Al aplicar voltaje al cristal electroóptico, el índice de refracción y otras propiedades ópticas del cristal cambian, modificando el estado de polarización de la onda de luz. De esta manera, la luz polarizada circularmente se convierte en luz polarizada elípticamente y, al pasar por el polarizador, en luz polarizada linealmente, modulando así su intensidad. En este momento, la onda de luz contiene información sonora y se propaga en el espacio libre. Un fotodetector recibe la señal óptica modulada en el punto de recepción, donde se realiza una conversión de circuito para transformarla en una señal eléctrica. Un demodulador restaura la señal sonora, completando así la transmisión óptica de la señal de audio. El voltaje aplicado corresponde a la señal de audio transmitida, la cual puede ser la salida de una grabadora de radio o una unidad de cinta, y es, en realidad, una señal de voltaje que varía con el tiempo.




